En pocas palabras, un crisol es un recipiente, un recipiente que se utiliza para fundir sustancias que deben fundirse a una temperatura muy alta, una temperatura que no afecta al recipiente.  La plata y el oro son dos metales preciosos que se funden y purifican en un crisol. 

Hoy en día, una prueba severa, como los rigores extenuantes a los que se someten los atletas, a veces se denomina crisol.  Las situaciones también se pueden llamar crisoles cuando provocan que ocurran grandes cambios.

A lo largo de los años, aprendí que mi vida es una combinación de varios crisoles, no solo una ENORME olla de refinación.  Darme cuenta de eso me permitió comprender por qué funcionaba de manera diferente según el grupo. Estaba interactuando con la situación en la que me encontraba.  También me di cuenta de que no estaba solo, incluso cuando a veces parecía que lo estaba. 

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Dios prometió nunca dejarme ni desampararme, por eso siempre estuvo ahí.  En verdad, cuando más solo y con más profundo dolor me sentí, fue porque al tratar de escapar de los confines calientes del crisol , me alejé de Él. ¡Salté del crisol y aterricé justo en el fuego! 

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